Esa "cosa" llamada Ciencia...
Parece existir un amplio acuerdo entre las personas acerca de que hay algo especial y valioso en torno a la ciencia, sus enunciados y sus métodos. También es cierto que frecuentemente se le adjudica la responsabilidad de algunas consecuencias negativas que ha traído a las sociedades la aplicación de sus desarrollos.

Einstein, en uno de sus libros, define la física como una aventura del pensamiento. Lo aventurado está, por lo menos, en algunas suposiciones de base, como su seguridad respecto a la existencia de una realidad regida por leyes y la confianza en la capacidad de la razón humana para interpretarla. Lo cierto es que la inquietud por conocer el entorno natural parece haber acompañado al hombre de todos los tiempos y de todas las culturas. Este interés podría explicarse por distintas razones: la necesidad de anticipar los cambios de la naturaleza para asegurar la supervivencia, el temor hacia lo desconocido, o la simple curiosidad natural que puede llevarlo, en un plano más trascendental, a interrogarse acerca de su existencia y la del mundo que lo rodea.

Probablemente, también cada uno de nosotros haya participado de esta búsqueda de respuestas, aunque no lo hayamos hecho de manera sistemática.